domingo, 18 de julio de 2010

Cómo comencé a trabajar en el sector espacial (por Gonzalo Martín de Mercado)

Hace unos días se planteó una pregunta de forma anónima sobre el post de Gonzalo Martín de Mercado en la serie de Telecos en el Mundo. Como recordaréis, Gonzalo trabaja en la Agencia Espacial Europea (ESA). Os resumo la pregunta planteada. "Anónimo" quería saber cómo fue la experiencia previa de Gonzalo en el sector del software antes de llegar al sector espacial y cómo consiguió llegar allí. En la opinión de "Anónimo", cuando llevas un cierto tiempo en el sector del software te encasillan o te encasillas, por lo que consideraba que era más difícil que te dieran una oportunidad en otros sectores. Así pues, quería conocer la opinión de Gonzalo. Creo que la respuesta de Gonzalo merece una entrada propia en el blog, así que aquí va.
Hola Anónimo. Mis disculpas por haber tardado en contestarte. Son muchas preguntas, pero intentaré responderlas a todas.

Respecto a los trabajos en el sector espacial, lo que comentas es cierto. La mayoría de los perfiles que se piden son los de gente con conocimientos de ingeniería de software y en un gran número de ocasiones lo que se quiere es un programador "autónomo", que diseñe software, lo implemente, lo pruebe y lo despliegue. Habiendo dicho esto, también me gustaría dejar claro que no todos los perfiles en los que se demanda este tipo de conocimientos sean específicos de ingenieros informáticos, puesto que muchas veces el desarrollo de un software es más una herramienta para conseguir ciertos objetivos que un objetivo en sí mismo. Existen oportunidades profesionales muy bonitas como el modelado o la simulación que pueden estar muy en la línea de lo que busquéis. Unas líneas más abajo te pongo un ejemplo de lo que quiero decir. Así que como consejo os diría a todos que no os dé miedo aceptar un trabajo en el que se os diga que haya que desarrollar software.

En mi caso particular, y centrándome ya en las preguntas propiamente dichas, yo empecé en una empresa de consultoría tecnológica (que desgraciadamente en España suele ser un eufemismo para referirse a factorías de software) que dedicaba su actividad al sector bancario. La verdad es que cuando terminé la carrera, el "boom" de los ingenieros de telecomunicación estaba empezando su declive y no era tan fácil colocarse como pasaba en el caso de nuestros compañeros de promociones anteriores a la mía. Mi trabajo en esta empresa consistía en diseñar procesos de negocio utilizando un motor de workflow desarrollado por la empresa y en implementarlos, tanto en Java como en .NET. Nunca me he considerado una persona conformista, pero la verdad es que me encontraba relativamente bien a pesar de trabajar muchas horas. Pero después de ocho meses, la empresa empezó a tener problemas debido a la "crisis de las .com" y se vio obligada a prescindir de parte del personal. No fue mi caso, pero empecé a moverme y a buscar cosas por si me tocaba. Todo lo que encontraba era poco más o menos lo mismo, hasta que un día, mirando la revista del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (el Bit, y el número 127 para más señas), vi que había una serie de reportajes sobre las posibilidades de hacer carrera en el sector espacial. Así que decidí probar suerte y mandé mi currículum a toda la lista de empresas que venían. Finalmente me llamaron de INSA y el resto de la historia es lo que ya os conté en el otro post.

De todas formas, me gustaría señalar que mi trabajo en INSA empezó utilizando la experiencia que había adquirido en mi anterior empresa: ingeniería de software y programación. Así estuve otro año y medio más. El proyecto en el que estaba embarcado INSA en aquellos entonces era una de las partes del programa FUEGO relativa a la presentación de los resultados del proceso de datos de satélite al usuario final (en pocas palabras, una aplicación software que interaccionaba con diversos sistemas). Sin embargo, siempre fui curioso, y veía a lo que se dedicaba otra gente dentro del programa, preguntaba el significado de las cosas que tenía que mostrar por pantalla, leía por mi cuenta, intentaba entender cómo funcionaban los sistemas de VSAT, por qué había que refrigerar los sensores térmicos... hasta que al final surgió mi oportunidad. Hubo una revisión de la misión FUEGO demandada por la ESA, y por aquellos entonces la división de ingeniería de INSA se había quedado un poco coja porque el equipo original de FUEGO se había marchado casi en su totalidad para trabajar en Astrium, la ESA y en el DLR (la Agencia Espacial Alemana) en otros proyectos. Así que pedí que me dejaran hacer el trabajo bajo la supervisión de uno de los ingenieros del programa que todavía quedaban. Fueron unos meses un tanto duros, porque no conocía las herramientas y tenía que aprenderlas sobre la marcha. Tampoco conocía totalmente los simuladores y tenía que programarme mis propios módulos para realizar ciertas tareas que me permitiesen llegar poco a poco a los resultados que se pedían.

Mi jefe quedó muy contento con el trabajo, y empezó a asignarme otras tareas de más responsabilidad que cada vez tenían que ver menos con el software. Pero de una u otra manera casi siempre había que hacer algo, y me explico con un ejemplo. Para diseñar una cámara térmica, no puedes ir en primera instancia al fabricante de sensores y pedirle muestras de todos los arrays de microbolómetros que tenga para empezar a probarlos, porque arrunarías a tu empresa. Así que lo que haces es una aproximación en varios pasos. Primero, en base a los objetivos para los que hay que diseñar la cámara y a las especificaciones técnicas que puedes encontrar en los catálogos de los fabricantes de sensores, desarrollas un simulador software (por supuesto, si nadie lo ha desarrollado antes) teniendo en cuenta el comportamiento de los diferentes productos que te permita compararlos. Una vez hecho este trabajo de software (diseño, desarrollo, test y prueba) y determinado cuáles son los productos más en línea con lo que quieres, vas al fabricante y le pides uno o dos arrays para hacer tus pruebas en el laboratorio. Puede parecerte una tontería, pero en este tipo de desarrollos software aprendes un montón de física porque te obliga a entender cómo funcionan las cosas para poder modelarlas... y a la vez estás programando.

Haces una afirmación muy interesante y bastante acertada en tu comentario, que es el tema del "encasillamiento". Tienes toda la razón cuando afirmas que cuanta más experiencia tienes en un campo, más difícil resulta cambiarte de área. Eso es así por la sencilla razón de que mayores responsabilidades (y mayores salarios) requieren un mayor conocimiento y ahondar en el conocimiento de algo supone especializarse, esa palabra que a muchos universitarios no nos gustaba porque suponía empezar a cerrarte puertas. Esta especialización no deja de ser un "encasillamiento". Yo tuve suerte porque conseguí aterrizar en un sector que desconocía por completo, en un momento en el que la empresa estaba necesitada de gente con un perfil determinado que yo no tenía en aquellos momentos. Podía haber agachado la cabeza y haberme quedado programando y decir que la empresa se buscase la vida, pero no lo hice. Tuve la valentía de ir al despacho de mi jefe y pedirle que confiase en mí para eso en lo que no tenía experiencia pero que creía que con algo de tiempo y su ayuda podría dominar. Hay momentos en la vida en los que uno tiene que hacer lo que tiene que hacer. Cambiarme de empresa fue uno de ellos motivado por las circunstancias, pero lanzarme a la piscina en relación con algo que no conocía fue otro, y fue sólo decisión mía cuando vi la oportunidad.

Acuérdate de lo que os comentaba en el otro post: Las oportunidades se presentan solas y hay que aprovecharlas... pero si no se presentan tienes que buscarlas: Interesarte por el trabajo de tus compañeros, leer artículos y libros, realizar algún tipo de curso complementario (postgrados o másters, por ejemplo), asistir a alguna conferencia, etc., son formas de crearte oportunidades. La formación de un ingeniero no termina cuando sale de la Universidad, simplemente cambia el marco en el que se recibe. Si no continúas formándote, te quedarás estancado y te volverás obsoleto al cabo de unos pocos años; y esto reducirá drásticamente tus posibilidades de encontrar un trabajo o incluso de mantener el que puedas tener.

Como comentarios finales, decirte que no existe una fórmula para encontrar un trabajo relacionado con tu interés. Pero sí te digo que si empiezas a trabajar en algo y no te gusta o no ves posibilidades de moverte en la dirección que buscas, cámbiate de empleo en cuanto puedas. Cuando salgas de la Universidad serás fácilmente adaptable, pero esa adaptabilidad la irás "perdiendo" a medida que te vayas especializando.

Espero que este largo post haya respondido satisfactoriamente a tus preguntas Si quieres comentar más cosas conmigo, siempre puedes ponerte en contacto a través de este blog, de Nacho o en mi dirección: alvenn_db (at) yahoo.es.

Groetjes!!

Gonzalo Martín de Mercado

No hay comentarios:

Publicar un comentario