A la hora de escribir un informe
no sólo hay que cuidar el fondo, sino
también la forma. Iré profundizando en esta cuestión a lo largo de varias entradas. En ésta me voy a centrar en los
apartados de los que debería constar un informe.
En primer lugar,
comprueba si hay instrucciones concretas sobre cómo realizar el informe. Puede que el profesor de la asignatura o la entidad para la que realizamos el informe (por ejemplo, un Ministerio o una Agencia que nos concede una subvención) nos exija un formato concreto, una extensión máxima, y hasta puede que nos proporcione una
plantilla concreta. Por supuesto, en estos casos hay que adherirse fielmente a esas instrucciones y a esa plantilla, y claro está, ¡
planificar adecuadamente para tener listo el informe antes de la fecha límite! Ahora bien, en muchos casos no hay un formato de informe predefinido. En esta entrada vamos a ver cuáles son los apartados que, en mi opinión, debería tener un informe típico.