miércoles, 19 de mayo de 2010

Telecos en el Mundo: Félix Hernández (Telefónica, Madrid)

Lo primero, hay que ser agradecido. Gracias, Ignacio, por ofrecerme esta oportunidad.

Mi nombre es Félix Hernández y terminé mi carrera de Teleco en Valladolid, en 1996. Creo que fui la segunda promoción. Quisiera hablaros un poquito de mí y que así comprendáis el valor de estos estudios a través de un ejemplo (el mío) de trayectoria y visión profesional.

Siempre me he considerado a mí mismo un ingeniero muy "particular". Me gusta la tecnología pero siempre desde un punto de vista práctico y creativo. Creo que las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) transforman intensamente nuestras vidas, ahora son estas manos digitales las que nos permiten llegar a donde antes nunca se llegó. Siempre he sido un híbrido a medio camino entre la informática, los bits (la red) y el mundo de la empresa. Y me siento orgulloso de poder participar en este momento, donde nunca como antes el conocimiento, la transformación y la prosperidad gira en torno a lo virtual, a lo inalámbrico, a lo conectado. Son conceptos que veinte años atrás tan sólo los más visionarios entendían.

Mis primeros años después de terminar la carrera los recuerdo con gran intensidad: en aquellos momentos finalizar teleco significaba poder acceder a un buen puesto de trabajo, eso sí, había que luchar y mucho. Nadie te regalaba nada. Trabajé en el Parque Tecnológico de Boecillo, en DIVISA INFORMÁTICA y CEDETEL.

Allí aprendí muchas cosas, fundamentalmente a buscarme la vida, a saber que nada es estable, a ser emprendedor en las ideas que uno persigue. En las grandes empresas realizas funciones concretas: ventas, marketing, operaciones, desarrollo… pero en las PYMES siempre se convive en un "tútum-revolútum" (todos hacen de todo) y te puedes construir una visión global de tu camino, es decir, decidir qué quieres ser de mayor. Eso te deja una impronta, te convierte en un electrón que no para ni un solo instante. Y de aquí otra de mis pasiones: el mundo de la empresa. Porque si en el siglo XVI eran los caballeros andantes, un mundo de aventuras (con fortuna o sin ella), ahora es el mundo de la empresa, el lugar de encuentro de lo mejor y peor del ser humano.

Valladolid se me quedó pequeñín. Así pues, marché a Madrid, y durante un tiempo trabajé en consultoría estratégica, en ATOS ORIGIN. Comprendí cada vez más la importancia del mercado, del producto, de la propuesta de valor, que las cosas son lo que son porque tienen un valor y se venden y se pagan. Que no todo es el cable, el código y la base de datos. Y tomé, pues, varias decisiones: una de ellas, realizar un MBA, y así fue que escogí ESADE. Debía aprender cómo se hacen los negocios, cómo entra el dinero en el balance de ingresos y gastos. Y la otra, debía buscar trabajo en una organización "referente".

Entrar en Telefónica ha supuesto un impulso diferencial en mi carrera. Telefónica es un mundo, un país, un ejército impresionante. Soy un alma inquieta, y aunque no me haya movido físicamente de Madrid en todos estos años no he parado de viajar, esta compañía es enorme: ingeniería de red, banda ancha, gestión de proyectos, marketing de producto, aplicaciones y servicios internet, una compañía global, un compañía que integra la parte móvil y fija... Ahora mismo trabajo en marketing de mediana empresa y autónomos desarrollando el mercado M2Mmañana, ¿quién sabe?

Y cada vez entiendo más el mundo de las telecomunicaciones más como hipersector donde la tecnología es un potente habilitante (a mi gusto el mayor) que has de dominar, y donde importa porque siempre hay clientes y una empresa que vende y hay, por supuesto, un mercado por detrás que se transforma sin tregua.

Si os soy sincero apenas recuerdo lo que estudié… pero tengo la impresión que es importante dominar la analítica de los números, tener una visión completa y global de la tecnología (gracias Yannis Dimitriadis por tus clases, traes contigo esa posición visionaria que pocos comprenden). Todo es caduco, todo se queda antiguo en un pis-pás, pero justo por eso esta profesión es tan divertida, y se requiere tanto de nosotros.

Animaros porque habéis escogido el mejor lugar. Muchas cosas tienen que suceder, los campos de aplicación son infinitos.

Si queréis saber más de mi y de mis aficiones (que son muchas), pues os invito a visitar mi perfil en linkedin o a leer mi blog: el otero de la lechuza.

Félix Hernández

2 comentarios:

Ignacio de Miguel (Nacho) dijo...

Al contrario... soy yo quien tiene que darte las gracias por tu colaboración en el blog, Félix :)

Félix H. de Rojas / Félix Hernández de Rojas dijo...

De nada, suerte con este blog, me parece muy interesante.

Publicar un comentario